Pues seguimos con Cervantes ó mejor dicho con las recetas a las que hace alusión en su obra. Cuánto estoy aprendiendo. Quizás si trabajara en "El Ministerio del Tiempo" no me hubiese metido tanto en la época como lo estoy haciendo con estas recetas. Así no me extraña que "Sancho" tuviese esa prominente barriga, con tanto torrezno, tanto chorizo..!!. Pobrecillos míos, no ganaban para comprar Almax para los ardores. Pero entre bocado y bocado se encasquetaban esta delicia que es para chuparse los dedos. No dejéis de probarla y os convertiréis en las Dulcineas de vuestros hogares.
Ingredientes:
Para la masa:
3 yemas de huevo
2 claras de huevo
4 cucharadas de mantequilla
derretida
3 cucharadas de azúcar
250 grs. de harina
(orientativo)
Esencia de anís
Para el glaseado:
200 grs. de azúcar glass
2 claras de huevo.
Unas gotas de zumo de limón.
Elaboración:
En un
recipiente mezclamos todos los ingredientes de la masa, reservando una poca de
harina por si resultase
demasiada cantidad, amasamos hasta
que no se pegue a las manos. De manera que vamos viendo si necesita ponerle
toda la harina o no.
Dejamos
reposar la masa media hora y vamos formando bolitas, las aplanamos un poco y
con el dedo les hacemos un agujero pequeño en el centro (al hornearlas tiende a
cerrarse) y las vamos colocando en una bandeja sobre papel de horno. Las horneamos a 170º hasta
que empiecen a dorarse.
Ponemos
la clara a punto de nieve y cuando esté en su punto le añadimos el azúcar y el
limón poco a poco hasta que quede todo
bien mezclado.
Sumergimos
en el glaseado los melindres ó los bañamos por encima, les damos una vueltas, los sacamos y los dejamos secar
sobre papel de horno.
Cuando
estén secos ya están listos para consumir o guardar.
Si
los guardamos en un recipiente hermético duran muchos días.
Buen provecho Cervantinos amigos míos!!!
Estos melindres me recuerdan los roscos de Loja, muy típicos también con ese merengue duro por encima. La época de Cervantes, con esos caballeros andantes, requerian una cocina contundente para sobrellevar tanta caminata. Muy buenos te han quedado esos roscos.
ResponderEliminarUn beso.
En los tiempos de Cervantes,podía haber muchos pobres y pillos pero tambien,comida contundente y dulces sabrosos como estos Melindres¡¡¡
ResponderEliminarBesitos¡¡
Estos melindre los hacía mi abuela y son deliciosos!! no se si será la misma receta pero a la vista si que son iguales...los tengo que hacer, a ver si mi madre se acuerda de la receta. Te han quedado fantásticos María!! Besos.
ResponderEliminarSi es que el Quijote lo tiene todo bueno,je,je.
ResponderEliminarUnas rosquillas muy ricas con ese glaseado.
ResponderEliminarSaludos
No me ha podido gustar mas este rico dulce, que hasta su nombre suena bien, que gusto y como se alimentaban en esa epoca solo de cosas ricas. Besicos
ResponderEliminarHola mi niña !!!
ResponderEliminarque alegría verte por la cocina, y sobretodo por la de Cervantes
que mira que me gustan todos sus platos
aunque bien decir que Sancho era quien se comía todo lo que en ese libro viene escrito porque su dueño D. Quijote el pobre si había viento era trasladado a la provincia siguiente
Estos melindres como bien dice nuestra amiga Lola se parecen a los roscos de Loja, por lo menos en aspecto
te han quedado con una pinta de lo más deliciosa
Voy a ver el otro plato que se me había pasado...
un besote grandisimo... con ahuchon de esos...que ya sabes...!!!
Hola María ¿qué tal estás guapa? estos roscos o melindres se ven de lujo, guárdame uno que voy a merendar contigo eje. bsts
ResponderEliminarLo dulce me vuelve loco!!
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