Desde hace un par de semanas tengo a mis hijos totalmente enfilaos, con esto de poner tantas verduras en el blog .Como de vez en cuando hay que darles una de cal y otra de arena hoy les voy a rendir un pequeño y simple homenaje. Les he preparado esta receta tan simple y que a ellos les gusta tanto, las llamo lagrimitas de pollo porque este es el nombre con el que se comercializan, lo de las lagrimitas no se de donde vendrá, en el caso de mis hijos de alegría cuando las ven puestas en la mesa y en el caso del pollo me lo puedo imaginar... bueno, que son tan fáciles que no tenéis excusa ninguna para comprarlas preparadas y ya me contaréis si vuestra familia os ha dado el visto bueno.
Ingredientes:
Medio kilo de pechuga de pollo.
El zumo de dos limones.
Sal.
Seis dientes de ajo.
Un manojillo de perejil.
Para el empanado:
Huevo.
Pan rallado.
Preparación:
Cortar las pechugas de pollo a trocitos del tamaño que más os guste (yo las parto del tamaño de una nuez, más ó menos).
Exprimir los limones y guardar el zumo(intentad utilizar zumo natural y no las botellitas esas que venden, que no tiene nada que ver).
Picar los ajos muy menuditos y también el perejil.
Poner los trocitos de pollo en una fiambrera, añadir el ajo, el perejil y la sal y rociar con el zumo de los limones, que cubra el pollo, añadir más zumo si fuera necesario. Dejar macerando el pollo un mínimo de 24 horas, si es algo más , mejor.
Una vez transcurrido este tiempo empanar el pollo, pasar primero por huevo y después por pan rallado, si queremos una capa más gruesa y crujiente hacer dos veces el empanado.
Buen provecho amigos!!.