Que no lo puedo evitar!!!!, la recetas tradicionales me tiran!!!, y es que si han subsistido durante tantos años es que son buenas y nunca defraudan.Las que son típicas de cada época del año y las que son intemporales y las puedes degustar cuando más te apetezca, las que has sacado de una antigua libreta y aquella que te pasó la madre de una compañera de trabajo. Para que engañarnos, que lejos de tanta cocina molecular nadie se puede resistir al legado gastronómico de las abuelas.
Pero como lo tradición y la innovación no tienen porque estar reñidas, adaptar y en muchos casos mejorar recetas incorporando nuevos elementos es todo un reto.
Las gachas dulces ó "Poleá" como las llamamos en mi tierra es uno de los postres tradicionales más buenos que conozco. Nuevamente mis amigos de Fresas de Europa han solicitado mi colaboración para el III Concurso para blogueros "Fresas de Europa" y por supuesto nunca puedo declinar su ofrecimiento. Espero que esta riquísima receta de delicias de" poleá"con corazón de fresas naturales tratadas con azúcar, consiguiendo una mermelada de grandes trozos de fresa de un color intenso y delicioso que contrasta con el dulzor,la suavidad del anís y la textura de las "poleás".
Vamos con la receta!!!! ........
Medio litro de leche.
Azúcar, 3 cucharadas (según vuestros gustos).
Dos cucharadas de maicena con colmo.
Casi una cucharada de café de matalauva (anís en grano).
Una cucharada soperas de aceite de oliva virgen extra.
Dos cucharadas de anís dulce.
Para el relleno:
Ocho ó diez fresones bien grandes.
Tres cucharadas de azúcar.(para las fresas)
Una cucharada de zumo de limón.
Para rebozar las delicias:
Harina para rebozar las delicias.
Un huevo (para rebozar).
Un poco de pan rallado (para rebozar).
Un poco de azúcar para emborrizar .
Aceite de girasol para freír.
Preparación:
Para preparar la poleá pondremos en una sartén
la cucharada de aceite de oliva a calentar y añadiremos el anís en grano, no dejando que
se queme.Apartar un vasito de leche (del medio litro) para diluir la maicena).
Añadir el resto de la leche al aceite de oliva con la matalauva y
remover bien, poner una pizca de sal y el azúcar. Mover bien para
que se deshaga el azúcar . Antes de que la leche comience a cocer
añadimos la maicena diluida en el vasito de leche que apartamos del
medio litro y removemos sin parar hasta que empiece a espesar.Cuando la
leche espese y justo antes de apartarla añadir el chorrito de anís y remover hasta incorporarlo. Ponemos la poleá en unos moldes de silicona y dejamos enfriar y cuajar bien hasta el día siguiente. Yo utilicé unos moldes de silicona con forma de corazón.
A continuación preparamos las fresas , las cortamos en trozos no muy pequeños (para que no se deshagan y nos los podamos encontrar cuando le metamos la cuchara a las delicias de "poleá")y las ponemos en una cacerola junto con el azúcar y el zumo de limón. Las dejamos cocer a fuego lento hasta formar una especie de mermelada de trozos grandes, algo más ácida e intensa.La dejamos enfriar y ambos preparados los utilizaremos al día siguiente.
Al día siguiente, cuando haya cuajado lo suficiente la poleá la desmoldaremos con cuidado y con un sacacorazón de frutas extraeremos con cuidado la parte central dejando un hueco que podremos rellenar. Añadimos las fresas preparadas el día anterior en el hueco que hemos habilitado y taparemos por encima con "un trocito" de poleás del que extraímos con el sacacorazones, a modo de tapadera para que no se salga el relleno al freírlo.
Pasamos las porciones en primer lugar por harina, después por huevo batido y finalmente por un fino pan rallado, las freímos en aceite de girasol caliente y las colocamos sobre papel de cocina para quitar el aceite sobrante. las emborrizamos en azúcar y las servimos templadas.
El contraste de ambos ingredientes resulta una auténtica delicia. Con esta receta participo en el III concurso para bloguers de Fresas de Europa.
Buen provecho amigos!!!!.
A continuación preparamos las fresas , las cortamos en trozos no muy pequeños (para que no se deshagan y nos los podamos encontrar cuando le metamos la cuchara a las delicias de "poleá")y las ponemos en una cacerola junto con el azúcar y el zumo de limón. Las dejamos cocer a fuego lento hasta formar una especie de mermelada de trozos grandes, algo más ácida e intensa.La dejamos enfriar y ambos preparados los utilizaremos al día siguiente.
Al día siguiente, cuando haya cuajado lo suficiente la poleá la desmoldaremos con cuidado y con un sacacorazón de frutas extraeremos con cuidado la parte central dejando un hueco que podremos rellenar. Añadimos las fresas preparadas el día anterior en el hueco que hemos habilitado y taparemos por encima con "un trocito" de poleás del que extraímos con el sacacorazones, a modo de tapadera para que no se salga el relleno al freírlo.
Pasamos las porciones en primer lugar por harina, después por huevo batido y finalmente por un fino pan rallado, las freímos en aceite de girasol caliente y las colocamos sobre papel de cocina para quitar el aceite sobrante. las emborrizamos en azúcar y las servimos templadas.
El contraste de ambos ingredientes resulta una auténtica delicia. Con esta receta participo en el III concurso para bloguers de Fresas de Europa.
Buen provecho amigos!!!!.