Con los tiempos que corren nada mejor para nuestra economía que ser capaces de sacar el máximo partido a nuestros platos, sin renunciar por ello a una buena comida. Este plato dá mucho juegos puesto que lo puedes preparar con antelación y sólo debes freírlo cuando lo valláis a tomar y a los más pequeños de la casa les encantarán.
Ingredientes:
La carne del puchero (pollo, ternera ó ambos)
Una cebolla
Aceite de oliva
Para la bechamel:
Leche ó caldo
Harina
Sal , pimienta y nuez moscada
Aceite ó mantequilla.
Para rebozar:
Huevo
Pan rallado
Preparación:
Ponemos el aceite a calentar, una vez listo añadimos la cebolla bien picadita, a mi me gusta más rallarla con el rallador de agujero grande puesto que así casi no se percibe en la masa pero sí apreciamos su sabor, una vez doradita añadimos la carne que previamente habremos picado muy menudita y daremos unas vueltas para que se entremezclen bien.
A continuación añadiremos una cucharaditas de harina que pasaremos bien por el aceite para que pierda el sabor a crudo, e iremos vertiendo poco a poco la leche ó el caldo , un poco de nuez moscada, pimienta y sal, sin dejar de remover para que no se nos pegue la harina y no se formen grupos, no dejaremos de mover la masa, dándole vueltas con una cuchara de palo hasta que se convierta en una masa más o menos compacta que se separe bien de la sartén ( al enfriar también quedará más dura), las dejamos enfriar del todo en un molde, mejor plano, y las liaremos al día siguiente.
Las hacemos del tamaño que más nos gusten y las pasamos por huevo y después por pan rallado, las freímos en aceite de oliva.
¡Buen provecho amigos !
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